Ya comprendimos el cubo STR como un continuum 5-dimensional en el cual todas las realidades posibles (y solamente las posibles) coexisten en todas las coordenadas témporoespaciales. Pero, ¿dónde, como observadores humanos, encajamos dentro de este modelo? Obviamente no podemos verlo como un todo, desde afuera. Si pudiéramos, ¡podríamos ver todos los momentos en el tiempo, la historia y el futuro, todos los lugares al mismo tiempo y todas las formas posibles en las que todo podría suceder! Esto es simplemente demasiado para que nuestras mentes puedan procesar. Por este motivo, la percepción humana convierte la dimensión temporal a una trayectoria lineal: pasado > presente > futuro. Esta es la única manera en la que somos capaces de percibirla: minuto por minuto, día por día, año por año. Desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte. No hay nada que elegir en el eje T. No podemos elegir que el tiempo vaya más rápido, más lento o hacia atrás. Para nosotros el tiempo se mueve hacia adelante de manera constante y lo seguimos.

El espacio, por otro lado, nos permite controlarlo un poco más. Sujeto a ciertas limitaciones, podemos decidir a dónde ir. Podemos caminar, correr, nadar, tomar un coche, un avión o un barco, y ser transportados mediante estos medios a otro punto en el espacio. También la rotación y el traslado de la tierra y la expansión de la galaxia y del universo mismo nos hacen movernos por el espacio sin que tengamos ningún control sobre él. Pero siempre cada punto que alcanzamos debe ser contiguo al anterior. No podemos teletransportarnos de París a Nueva York. Para llegar allí, debemos pasar por todos los puntos en el medio. Puedes moverte hacia el norte, el sur, el este o el oeste, hacia la izquierda o la derecha, hacia arriba o hacia abajo, lenta o rápidamente... pero siempre a una ubicación que es contigua a la que estabas justo antes de que sucediera el movimiento. Sostengo que lo mismo sucede en el eje R del continuum STR. Tal como en las tres dimensiones espaciales, en cualquier momento dado puedes elegir quedarte en un nivel de realidad, o moverte a uno adyacente en cualquier dirección. No puedes saltar a una realidad distante de un día al otro y despertar siendo el presidente. Eso sería teletransportación en el eje R, tan imposible como lo es en las dimensiones espaciales. Pero de la misma forma que en un minuto puedes decidir caminar hacia la esquina de la habitación, también puedes decidir moverte a otro nivel de realidad en R que esté realmente cerca. Sin siquiera notarlo, siempre nos estamos moviendo a través de esta dimensión también. Estamos yendo y viniendo, naturalmente, a través del eje R, mientras que vemos todo como una única realidad, inconscientes de este movimiento, y de todas las realidades que estamos dejando atrás, sin descubrirlas ni verlas.

En el modelo STR, entonces, un alma humana sería un punto de luz describiendo una pequeña trayectoria dentro del cubo, que comienza en el momento y lugar de la concepción y termina con su muerte. Aquella trayectoria viaja en el tiempo de forma lineal: así es cómo percibimos el mundo. Pero sus movimientos espaciales y de dimensión R, están determinados en un alto grado por sus propias decisiones, describiendo una curva irregular en las cinco dimensiones. Una pequeña curva de luz en el medio del enorme cubo que es el universo. Aquella luz es la consciencia. Un alma es una unidad de consciencia que percibe una dada porción del mundo: la trayectoria que elegimos atravesar.

¿Puedes verte en aquel cubo enorme, navegándolo por la trayectoria que elijas a medida que pasa el tiempo, seleccionando dónde ir y qué realidad ver? Bien, no estás solo. Este no es un modelo de sólo una consciencia. Es, de hecho, un modelo de multi-consciencia. Esto significa que, como tú, hay muchas almas allí compartiendo el mismo espacio STR. ¡Millones de puntos pequeños de luz describiendo trayectorias curvas como la tuya! Millones y millones de seres conscientes percibiendo el mismo universo pero desde sus propias perspectivas. No hay dos personas que puedan caminar por la misma trayectoria. Todos están experimentándolo en su manera propia y única.

Visualiza al enorme cubo lleno de pequeños puntos de luz describiendo trayectorias cortas y curvas en la dirección del tiempo. Estas trayectorias son vidas: nacer, decidir, y morir. Puedes verlas todas al mismo tiempo desde afuera, como pequeños renacuajos nadando en un estanque. El cubo representa todo el universo, el pasado, el presente y el futuro, y en toda la longitud de sus posibilidades. Todas las diferentes realidades que están ocurriendo. Diferentes historias, diferentes finales. Están todos allí. Y aquellas almas, aquellas vidas, cada una está experimentando solamente una minúscula porción de él. Billones de diferentes experiencias del mismo todo. Recién visualizaste el continuum de espacio-tiempo-realidad en pleno.

Dado que el tiempo es una de las dimensiones del cubo, y ahora lo estás viendo desde afuera, desde un observador externo (como Dios lo haría) se vuelve evidente que lo que se percibe como anterior, desde el punto de vista de un individuo, no necesariamente es "antes" desde un punto de vista objetivo. Todo está allí simultáneamente, sin importar cuándo algunas almas decidan percibirlo. Esto significa que, si la reencarnación es real (es decir, si hay una identidad inalterada entre un punto de luz que desaparece del cubo después de la muerte de un individuo y otro que aparece con la concepción de otro individuo) no es necesario que esta segunda vida sea posterior a la primera desde el punto de vista de la coordenada interna del tiempo. Por lo contrario, las cosas en el pasado pueden ser experimentadas por distintas almas, simultáneamente, previa o posteriormente de cosas en el futuro, dado que lo que las almas hacen no es crear o modificar a la realidad desde una perspectiva objetiva. La realidad se mantiene intacta. Las almas, desde este punto de vista, son sólo agentes de consciencia, perceptores de la porción única de la realidad que deciden vivir. Cada una es completamente libre e independiente del resto de ellas.

"¡Aguarda un minuto!"- debes estar pensando- "¿Eso significa que no hay otras personas que perciban exactamente la misma realidad que yo? ¿Estoy solo en mi mente?"

Lo lamento... pero sí. Estoy de alguna forma implicando eso. ¡Pero no te asustes! Esto no es tan solitario como parece. De hecho, como he dicho, hay millones de almas tal como la tuya, viviendo en el mismo universo, aunque percibiendo diferentes porciones de él, y pueden interactuar e influenciarse entre sí, todos los días, todo el tiempo. Puede que no estén en la misma coordenada R que tú, pero pueden estar cerca. Y eso es exactamente lo mismo que sucede con las otras dimensiones que ya conoces. Así que, si te pones a pensarlo, esto no es nuevo. Esto es más de lo mismo a lo que ya estabas acostumbrado, solo que con una dimensión adicional.

Piénsalo de esta manera: olvídate por un momento del eje R, y regresa al modelo en el cual sólo un nivel de realidad existe. Sigue sin haber nadie en el mundo que comparta tus mismas coordenadas de espacio-tiempo en todo momento (en ningún momento de hecho, dado que dos cuerpos no pueden ocupar exactamente el mismo espacio al mismo tiempo). Cada individuo nació en diferentes momentos y lugares. Cada día, vas a diferentes lugares, y lo haces solo: al baño, a la cocina, al supermercado, a tu trabajo... No hay nadie que esté contigo en todo momento. Aún si estas extremadamente cerca con alguien la mayoría del tiempo, siguen habiendo diferencias: se sientan en diferentes sillas de la misma mesa. También cada uno ve solo a través de sus propios ojos y filtra lo que experimenta con su propia mentalidad, apoyándose en diferentes recuerdos, personalidades, y psiques. Así que no estás viviendo la misma realidad que nadie más. Aún así, puedes compartir conexiones profundas con otras personas. El amor es una fuerza potente que trasciende todas estas diferencias. También puede trascender un valor diferente del eje R.

La consciencia plena de alguien que percibes puede no estar exactamente donde la ves. Lo que ves es el reflejo de aquella persona. Otra posibilidad que no eligieron ver. No porque no hayan querido, sino porque hay tantas posibilidades que es extremadamente improbable que dos personas estén en el mismo punto exacto en R todo el tiempo. Pero si los ves diciendo algo, o actuando de cierta forma, es porque es posible para ellos. Es decir: es real. Tan real como la realidad que ellos están percibiendo. Aquella realidad puede estar cerca o lejos de la tuya, con diferentes consecuencias que discutiremos luego.

Ver las cosas de esta manera podría hacerte sentir algo desconectado de las personas a tu alrededor. Pero procésalo, y verás que realmente no es tan diferente de la vida como la veías hasta ahora. Además, descubrir que estás de alguna forma "solo en tu cabeza" abre un nuevo mundo de posibilidades: puedes elegir la vida que quieres vivir. ¡Tienes más poder sobre tu propia vida que lo que nunca pensaste! Cambiar el foco a "percibir la realidad que quiero" en vez de "intentar cambiar la realidad que es" puede ayudarte extraordinariamente a alcanzar tus objetivos.