Hay un sentido intrínseco de identificación entre un alma y un personaje, y tendemos a pensar que son uno y el mismo porque eso es lo que vemos. En el paradigma actual vemos personas y suponemos que todas ellas tienen una percepción consciente en primera persona de la misma realidad que nosotros, que es la única realidad en la que ese personaje existe y es donde reside su alma. Pero teniendo en cuenta el STR y sus definiciones asociadas de almas y personajes, esta suposición debe ser cuestionada.

¿Hay sólo un alma por cada personaje? ¿Hay solo un personaje cada por alma? Como veremos, la respuesta más probable a ambas preguntas es: no, hay muchos más .

He aquí por qué:

Comencemos por evaluar cuántos personajes hay en el continuum. Para hacer eso vamos a restringir nuestra atención al área del STR en la cual la vida humana existe en la Tierra. Comenzando con nuestras coordenadas actuales, hay alrededor de siete mil millones de personas vivas ahora mismo en la Tierra. (Eso es igual a siete mil millones de personajes). Pero si consideramos toda la historia de los seres humanos en la Tierra desde el comienzo de nuestra especie hasta nuestra extinción, el número va a ser al menos diez veces más grande (setenta mil millones). Esto no es nada comparado con el número real de personajes existentes en el cubo, porque estamos solamente considerando un plano de la realidad: en el que estamos ahora mismo. Si consideramos todos los otros valores de R, van a haber miles y miles de millones de otros personajes viviendo en ellos. Imagina por ejemplo si tu padre se hubiera casado con su primera novia y tuviera hijos con ella, nunca conociera a tu madre, o si la conoció, pero tuvo hijos un año antes, o después, o si solo tuvieron relaciones sexuales el día anterior o un espermatozoide diferente hubiera llegado al óvulo de tu madre. Otras personas existirían en vez de ti en todas aquellas realidades cercanas. Ahora expande el concepto a tus abuelos y bisabuelos y todas las personas del mundo. ¿Cuántos personajes diferentes habrían en el continuum? Un número inconmensurable, ¿verdad? Si hubiera un alma unida a cada uno de ellos, tendríamos un número idéntico de almas en el continuum.

El problema con este supuesto es que al comparar las grandes áreas del cubo que genera cada personaje (todas las posibilidades de vida para un personaje dado) con la única trayectoria en un minuto que un alma describiría para este personaje, encontraríamos que, si esto fuera cierto, el cuerpo principal del continuum estaría vacío y nunca sería apreciado por nadie. Esto simplemente no se siente correcto. ¿Por qué crear un continuum tan complejo de realidades y llenarlo con miles de millones de almas para que apenas puedan percibir una porción insignificante de él, una sola vez, y luego el juego termine? Me parece una enorme pérdida de energía, mucho esfuerzo en vano. Todo tendría más sentido si agregáramos una sexta dimensión al modelo: la dimensión del tiempo objetivo (tiempo visto desde fuera del cubo). Visualiza todas estas almas iluminando esa pequeña porción de cubo una vez y luego apagando las luces a medida que mueren. Han vivido sus cortas vidas por el camino de su elección. Ahora se han ido. El cubo está vacío, pero todavía está allí, listo para ser vivido nuevamente. Ahora estas almas pueden volver al cubo y unirse a diferentes personajes, o tal vez incluso a los mismos personajes. Si esto sucede, elegirán caminos diferentes esta vez y, por lo tanto, descubrirán otras áreas del continuum. Después de su muerte, pueden regresar una y otra vez y llenar el cubo con la luz de su conciencia. Veo el continuum de STR como una obra de arte increíblemente sofisticada, que se desperdiciaría si no se percibiera en su totalidad por agentes conscientes. Nuestro propósito como almas libres provistas de la capacidad de percibir este universo, juzgar lo que experimentamos, elegir nuestros caminos y aprender de nuestros errores, es probablemente actuar como testigos y protagonistas que dan vida a todo el continuum de la creación. Quizás cada vez que regresamos, tenemos algo nuevo que aprender, como sugiere el budismo. Tal vez cada vez estamos mejor entrenados para descubrir las áreas más maravillosas de este magnífico cubo, aún inexplorado.